La liposucción, también llamada aspiración de grasa, es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo eliminar depósitos de grasa resistentes que son difíciles de eliminar mediante dieta y ejercicio. Este método es especialmente adecuado para áreas del cuerpo como el abdomen, las caderas, los muslos, los brazos, el mentón y la espalda. A menudo es elegido por pacientes que luchan contra bolsitas de grasa no deseadas a pesar de llevar un estilo de vida saludable.
El procedimiento no tiene como objetivo la pérdida de peso, sino la escultura corporal específica y la mejora de los contornos. Es importante que la piel sea lo suficientemente elástica después del tratamiento para adaptarse a la nueva silueta. Gracias al uso de técnicas modernas, los riesgos y el tiempo de recuperación se han reducido.
Durante la liposucción, la grasa se aspira mediante una fina cánula. Esta cánula se inserta a través de pequeñas incisiones en la piel y disocia el tejido adiposo, que luego es aspirado mediante un dispositivo especial. Dependiendo de la cantidad de grasa a eliminar y la región del cuerpo tratada, el procedimiento puede realizarse bajo anestesia local o general.
La liposucción elimina de forma permanente los depósitos de grasa resistentes en el abdomen, las caderas y los muslos.
El procedimiento ayuda a optimizar las proporciones del cuerpo y a crear una apariencia más armoniosa.
En comparación con la dieta y el ejercicio, los resultados son visibles inmediatamente después de la reducción de la hinchazón.
Las células de grasa eliminadas no se regeneran, lo que conduce a una mejora duradera de la forma corporal.
Existen diferentes técnicas de aspiración de grasa que pueden aplicarse según las necesidades y condiciones individuales:
Técnica tumescent: Se inyecta una solución especial en el tejido adiposo para disolver la grasa y facilitar la aspiración.
Liposucción asistida por ultrasonido (UAL): Se utilizan ondas ultrasónicas para licuar las células de grasa antes de ser aspiradas.
Liposucción asistida por láser: Se utiliza un láser para derretir la grasa mientras se tensa el tejido circundante.
El cirujano discute los objetivos, evalúa las áreas problemáticas y explica el método de liposucción adecuado.
El día del procedimiento, se realiza la anestesia (anestesia local o general) para hacer el procedimiento indoloro.
Con una fina cánula, se aspira la grasa de las áreas tratadas, lo que generalmente lleva entre 1 y 3 horas.
Después del procedimiento, se aplican prendas de compresión para apoyar la curación; se requiere descanso durante varios días.
La liposucción no es un sustituto de la pérdida de peso. Es ideal para personas que han alcanzado casi su peso ideal, pero que tienen depósitos de grasa en ciertas áreas que no se pueden eliminar mediante otros métodos. Es importante tener expectativas realistas. La liposucción se utiliza para esculpir el cuerpo, no para la reducción de peso general.
Los primeros resultados son visibles después de unas semanas, una vez que la hinchazón disminuye. El resultado final aparece después de 3 a 6 meses.
No, la liposucción se utiliza para esculpir el cuerpo y no para la reducción de peso general. Es ideal para eliminar depósitos de grasa tenaces.
Las incisiones para la cánula son muy pequeñas y se realizan en lugares discretos. En la mayoría de los casos, las cicatrices se desvanecen con el tiempo y son apenas visibles.
La mayoría de los pacientes pueden reanudar actividades ligeras después de unos días. La curación completa generalmente toma varias semanas.
Las células de grasa eliminadas no se regeneran. Sin embargo, si hay aumento de peso, las células de grasa restantes pueden aumentar de tamaño.
Durante el procedimiento, la anestesia asegura que no haya dolor. Después de la operación, puede haber dolor leve o malestar, que puede tratarse bien con analgésicos.
Las áreas típicas son el abdomen, las caderas, los muslos, los brazos, la espalda y el mentón, aunque también se pueden tratar otras regiones del cuerpo.
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